Por Sebastián Buttice
El aparato de propaganda antichavista esta en su esplendor. Las nacionalizaciones de tres empresas del grupo Techint en Venezuela trajeron revuelo en los medios de comunicación. Los empresarios dijeron estar “absolutamente sorprendidos” por la decisión; cosa poco creíble y de hecho, nada criticada por la prensa de tirada nacional; dada la nacionalización de Sidor en abril del año pasado.
Por otra parte, tampoco se recuerda que la nacionalización de Sidor, se debió, en una primera instancia, en respuesta a un conflicto gremial que llevaba entonces la empresa, además de una serie de denuncias ya que Sidor compraba el mineral de hierro a una empresa estatal, a precio subsidiado, y luego ofrecía el acero a precios exorbitantes al mercado interno y si no se lo aceptaban en esas condiciones, lo vendía al exterior a sus propias filiales (México, por ejemplo) pero a precios menores a los anteriores.
En ese caso, el gobierno argentino encabezó la negociación en la cual el Estado venezolado comenzó ofreciendo U$S 500 millones y terminó acordando por U$S 1970 millones dejando contento al grupo Techint que se comprometió a reinvertir parte del dinero en la planta de Siderar de San Nicolás. La primer cuota, U$S 400 millones, por la compra de Sidor fue depositada en un banco en Alemania, mientras la empresa de Techint amenaza con terminar con 760 puestos de trabajo en su planta de San Nicolás, a pesar de existir un compromiso de estabilidad para el personal hasta marzo del año próximo.
Tampoco se difunde que las tres empresas argentinas que van a ser nacionalizadas, traían a cuestas un enfrentamiento insostenible de más de dos años no con el gobierno venezolano, sino con los trabajadores y sindicatos. Tampoco se dice que Matessi (una de las empresas a estatizar), dejó de pagar salarios el 11 de octubre de 2008. Además de haber dejado de entregar briquetas de hierro a Sidor, la siderúrgica mayor, desde hacía cinco meses (en mayo), violando una obligación contraída con el Estado. Tavsa, por su parte, dejó de cumplir 37 cláusulas del convenio laboral en los días finales de diciembre de 2007 y desde el 26 de enero de 2008 el contrato laboral fue dejado en suspenso.
Mientras tanto, la oposición no tardó en expedirse sobre el tema. La eterna candidata Elisa Carrió sostuvo respecto de la nacionalización de las tres empresas vinculadas a Techint, que “está claro que Chávez acordó eso con el matrimonio Kirchner, cuando estuvo la semana pasada acá y luego vino el proceso de confiscación y apropiación en Venezuela”. Esto demuestra la nula previsión política de Carrió, dada la mencionada estatización de Sidor el año pasado y pone en evidencia el oportunismo que la caracteriza, ya que utiliza la supuestamente “sorpresiva maniobra venezolana” para pegarle al gobierno, sin dar cuenta del proceso de estatizaciones que se viene dando desde hace tiempo en ese país y que no es mencionado en la mayoría de los medios.
En estos días Venezuela también fue célebre por la inusitada cobertura que tuvo la llegada de Álvaro Vargas Llosa, donde se lo “retuvo” por dos horas, en las que rápidamente se encargó de hacer declaraciones a gran cantidad de medios aduciendo que estaba “demorado” en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía. Tan coartada estaba su libertad que pudo hablar en directo con gran cantidad de medios.
Así mismo, su padre, el escritor Mario Vargas Llosa pocos días después fue demorado “más de una hora” en el mismo aeropuerto y, por citar un ejemplo, el canal argentino de noticias TN bajo el título “URGENTE” ponía en la volanta “Mario Vargas Llosa detenido” y luego comentaba una periodista del canal que el autor de La Ciudad Y Los Perros “va a ser custodiado hasta donde se hospede, es decir, esta prácticamente detenido (negritas mías)”. Dando una poco común cobertura a estos hechos (en directo). Una demora de “más de una hora”.
Esto se asemeja al mecanismo de propaganda que tuvo lugar cuando se difundía que el gobierno venezolano había “cerrado” el canal de televisión RCTV, sin siquiera esbozar que se había vencido su concesión y que no se le renovó dada su actitud expresamente golpista durante la asonada de abril de 2002 violando en extremo cualquier ética democrática.
La lección que deja la cobertura que están teniendo los procesos políticos en Venezuela deja picando una pregunta para el devenir político argentino. ¿Será posible cualquier cambio estructural en la economía, que toque necesariamente los intereses de la burguesía, – agraria, industrial o mediatica – si antes no se da un cambio en la disposición y distribución de los medios masivos de comunicación?
Abra el Diario y lea la respuesta.
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